Soñaba y desvelaba en discontinua intención. Imaginaba sin concebir convertido en pasivo espejo de imágenes, y buscando entre la soledad, tropezó con su despertar:
Desde entonces necesitó robar instantes, perseguir deseos y plasmar intenciones.
Y de repente quiso bailar perfilando con sus manos la exaltación de sentir.
Y quiso ser configurado en formas, concebido en historias, creado en melodías, pincelado en Imágenes…
Y así fué canal a merced de si mismo.
Desde aquel momento no quiso volver a contener; dejo de evitar y temer.
Y así fue como sintió el todo, y ya no sintió nada. Y cuando acabó,
presintió ser feliz.